Ser Casasandra: 25 años de un hogar donde el alma respira

Hace veinticinco años, en una isla aún virgen y silenciosa del Caribe mexicano, nació un espacio sin nombre. Una casa pequeña, construida con el impulso de sanar, de crear, de volver al origen. Su fundadora, la artista y escritora Sandra Pérez, no pensaba en un hotel, ni en huéspedes, ni en reservas. Pensaba en volver a casa. A esa casa interior que todos llevamos dentro y tantas veces olvidamos.

Así nació Ser Casasandra.
Primero como un refugio íntimo. Después, como un espacio que fue creciendo con la misma calma con la que el mar baña las orillas de Holbox: paso a paso, con intención, con amor. No hubo arquitectos famosos ni presupuestos millonarios. Hubo intuición, belleza, y la certeza de que algo sagrado estaba ocurriendo.

El nombre surgió con la naturalidad de las cosas que están destinadas a ser. “Póngale su nombre”, le dijo un taxista a Sandra. Así, lo que era una casa se llamó Casa Sandra. Con el tiempo, ese nombre evolucionó y reveló su verdadero significado: Ser Casasandra.
Porque el Ser es la casa. Porque el ser es el hogar que habitamos más allá de lo físico. Y porque todo lo que ocurre en este lugar —cada cuadro, cada silencio, cada encuentro— tiene la intención de recordárnoslo.

Durante 25 años, Ser Casasandra ha sido un espacio donde el arte no es decoración, sino lenguaje espiritual. Donde la hospitalidad no se mide en servicios, sino en presencia. Donde cada huésped es invitado a no hacer, sino simplemente a ser.

A lo largo de estas décadas, el hotel ha recibido viajeros de todo el mundo. Algunos venían buscando descanso, otros sin saber muy bien por qué, pero todos se han ido con una semilla más de calma, belleza o despertar. Terapeutas, artistas, escritores, meditadores, y seres comunes que decidieron regalarse un momento de silencio.

Y aunque Holbox ha cambiado, y Ser Casasandra también, la intención permanece intacta: seguir siendo un hogar para el alma. Un espacio donde la espiritualidad se vive con humildad, donde la belleza se encuentra en los detalles, donde la vida respira sin prisa.

Este 2025 celebramos no solo un aniversario, sino la continuidad de un sueño que sigue vivo. Ser Casasandra es, fue y será un trabajo en proceso. Una casa que nunca se termina de construir, porque se construye con cada ser que llega.

A todos los que han formado parte de esta historia: gracias.
A quienes están por llegar: bienvenidos.
A quienes aún no lo saben: esta también puede ser su casa.

Pool at Ser Casasandra, Mexico
Reconecte con su paz interior
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Escrito por el
Equipo editorial de Ser Casasandra
Ser Casasandra